Como cada año, el 21 de septiembre se celebra el día mundial de la lucha contra el Alzheimer, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad, y sobre los efectos que tiene en la propia persona y su entorno más cercano.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de un 6% de la población mayor de 60 años, siendo una de las demencias más frecuentes. Actualmente no existe una cura para esta dolencia, por lo que la intervención en enfermos de Alzheimer tendrá como objetivo paliar los efectos negativos de la enfermedad en sus diferentes fases.
Como profesionales de la psicología y de la logopedia, podemos dar respuesta a numerosas necesidades que puedan sufrir tanto los enfermos como sus familias.
A nivel psicológico, las funciones que puede llevar a cabo el profesional se centran en ayudar en el proceso de adaptación a la nueva situación. En un primer lugar es necesaria una evaluación, para poder determinar un diagnóstico precoz de la enfermedad, y comenzar a diseñar cuanto antes el plan de intervención. La fase de intervención con el enfermo de Alzheimer se basa en estudiar las funciones cognitivas que tiene preservadas y afectadas, así como las alteraciones emocionales, conductuales o de la personalidad que presenta, realizando un perfil psicológico y trabajando a partir del punto en el que se encuentre. A la familia se le facilita la información y asesoramiento necesario, con actividades formativas y psicoterapia, además de apoyo y acompañamiento psicológico en los momentos más duros de esta enfermedad.
A nivel logopédico, el trabajo se centra en la estimulación del lenguaje y la comunicación de los enfermos de Alzheimer, área que se deteriora según avanza la enfermedad. Uno de los objetivos de esta intervención es retrasar al máximo la pérdida de la capacidad comunicativa del paciente. Es muy frecuente que en la última fase de la enfermedad aparezca la disfagia, o dificultad para tragar. En este caso, la intervención del logopeda es fundamental para prevenir y tratar este problema, y reducir así las dificultades que pueda tener el enfermo en el proceso de la deglución. El logopeda también desempeña un papel de asesor con la familia, facilitándole recomendaciones y pautas de cómo pueden comunicarse con el enfermo, sugiriéndoles maneras de actuar y estrategias a la hora de relacionarse con él.
A continuación os dejamos un enlace del Consejo General de la Psicología, donde describen los problemas asociados a la enfermedad de Alzheimer, tanto para la persona enferma como para sus familiares.
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=7663&cat=56